Revitalizar la tierra árida: cómo transformamos un desierto en el oasis del Jardín de Nâm

Diario de agosto de 2024

En esta 2ª edición de verano, Edwin comparte con ustedes su experiencia de revitalización del páramo yermo que encontramos al descubrir este lugar y cuenta cómo se convirtió en el oasis que se conoce como el Jardín de Nâm. Su riqueza es una verdadera y tangible bendición en los calores veraniegos del clima semidesértico andaluz. Le deseamos un agradable recorrido por sus primeros años de existencia.

Los jardineros

Hace cuatro años empezamos a ocuparnos del jardín. Los anteriores residentes habían dejado que el terreno se deteriorara. La mayoría de los viejos olivos, árboles frutales y nogales estaban en muy mal estado, muertos o moribundos. El resto de los campos del jardín estaban resecos, pavimentados más o menos como un paisaje desértico. En primer lugar, se volvió a excavar el antiguo canal de agua "morisco" que atraviesa el jardín, se limpió de vegetación y se restauró. De este modo puede llegar a varias terrazas del jardín. Cada tres semanas recibimos más de 6 horas de agua corriente directamente de las montañas de la Sierra Almahilla. Con ella llenamos primero nuestras balsas y el resto lo utilizamos para regar los distintos campos. Para ello hemos cavado muchos canales adicionales y especialmente alrededor de los árboles para que reciban un regalo extra de agua de vez en cuando. Esto es bueno tanto para el árbol como para el suelo.

Antes:

Transformar la tierra:

Tuvimos que hacer escalones en cada terraza porque, de lo contrario, no todas las terrazas serían accesibles. A continuación, instalamos un sistema de riego en todo el jardín. Con él, todos los árboles y plantaciones reciben regularmente agua de las cuencas (sistema de goteo). Nosotros mismos plantamos más de 200 árboles. Pieza a pieza y la mayoría se colocaron en el suelo como pequeños tallos. Como aquí el suelo es duro y compactado, primero hay que abrir una fosa grande con un pico. Luego hay que rellenar el hoyo con una mezcla de tierra buena, compost, arena de río y una partícula de tu propia tierra. Preferiblemente en forma de cuenco para que el agua (que cae) se concentre alrededor del árbol en sus raíces. A continuación, cúbrelo con "mantillo" (paja, heno, madera triturada). A continuación, plante abono verde para asegurarse de que la zona que rodea al árbol está cubierta de vegetación, que también puede podarse con regularidad, lo que a su vez constituye un "mantillo" para el árbol. Se descompone lentamente en el suelo. Una especie de "alimento lento" para el suelo. El clima aquí es bastante extremo, con periodos de calor intenso pero también periodos de vientos muy fuertes que azotan el valle, donde no son inusuales vientos de 90 o 100 km por hora. Por ello, los pequeños y delicados árboles tuvieron que protegerse con postes de soporte que también se clavaban pieza a pieza en el suelo duro como la roca.

Ahora:

La mayoría de los árboles han superado esta primera etapa (infancia) y ahora están llegando a la siguiente (madurez). Ahora necesitan expandir su sistema radicular desde el primer cuenco al resto de la zona, que sigue siendo tierra dura y compactada. Aprendimos de nuestro experto en jardinería que podemos lograrlo trabajando un círculo más grande alrededor del árbol con compost y plantando semillas especiales de cultivos que producen largas raíces pivotantes de hasta 1 o 2 metros de profundidad. Esta planta muere después y deja unos pasillos en los que el árbol puede hacer crecer sus raíces. ¡¡¡Una genialidad!!! Se trata de un proceso en curso que continuaremos durante algunos años más. Algunos árboles ya han crecido mucho en pocos años y ya pueden ser despojados de sus postes de soporte.

También muchos árboles "viejos" abandonados han vuelto a la vida de todos modos o están volviendo a ella después de haber sido talados, lo que es una maravilla para la vista. Poco a poco se está abordando toda la tierra no utilizada entre los árboles y se está transformando en campos de producción de alimentos o plantaciones para la belleza. Aquí es importante proteger el suelo de la desecación y la erosión por la luz solar. Un hermoso jardín ecológico depende de un cultivo sano del suelo. Esto se fomenta cubriendo el suelo con una capa de mantillo o un lecho de cubiertas vegetales en crecimiento y floración.

En todo el jardín se ha trazado un sendero que se está elevando campo a campo con rocas unidas con ladrillos y rellenadas con arena dura. Esto crea un camino "elevado" que, en primer lugar, es agradable para caminar y, en segundo lugar, el agua que cae ahora puede llegar a los árboles y las plantas y el camino permanece libre de agua.

Es una "bendición" que se nos permita trabajar en el Jardín de Nam y seguir dándole forma y florecimiento. En 4 años hemos transformado un árido paisaje desértico en un hermoso oasis fértil. El otro día, un conocido me dijo: "Ah, así que estáis haciendo "restauración de ecosistemas"... Yo le contesté: "Podría ser, en cualquier caso, esto es cada vez más bonito".

Una experiencia especial fue comer algarroba de uno de los árboles. Se trata de una especie de fruto grande parecido a una vaina que se vuelve marrón oscuro cuando madura. Se puede coger directamente del árbol y comérsela. Excepto las semillas, que son duras como una roca. Por cierto, con ellas se hace "harina de algarroba" y en el pasado las semillas se utilizaban para pesar "quilates" de oro y diamantes. El fruto es dulce y sabe a chocolate, y el interior verde recuerda un poco al pistacho. Delicioso que aquí crezcan tabletas de chocolate en el árbol 😊.

Otro descubrimiento divertido fue que de repente creció un aguacatero en el borde del hoyo de los plátanos. Se trata de un gran hoyo excavado que vamos rellenando con recortes y desechos verdes de la cocina y tenemos plantas de plátano plantadas a su alrededor. Entre ellas había una semilla de aguacate a la que le gustó el lugar.

Hacer que El Jardín de Nam sea más completo, mantenerlo en buen estado y que florezca sólo puede hacerse con el esfuerzo de muchas personas. Afortunadamente, tenemos muchas manos aquí para ayudar a completar El Jardín de Nam. Vamos por buen camino, pero aún no hemos llegado.... por suerte, porque entonces aún podré pasar mucho tiempo en el jardín... Espero encontrarte allí también... En Asha

Fundación Nâm

Ver biografía completa